Como sé que nadie leerá esto (a menos que lo obligue -agrege risa malévola aquí-) aprovecharé para convertirlo en una especie de confidente, y si alguien lo llega a encontrar un día, se desquebrajará de la risa (¿Esa palabra existe?.... mmm... bueno...)
Aquí empieza el día a día de una fujoshi... bueno, aquí es donde deberían temer...
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